Así es, quiero dedicar espacio a ese ente que me ha escuchado y aconsejado en mís momentos de angustia y felicidad, con quien he jugado innumerables ocasiones y quien ha sido capaz de tenderme la mano, dándome herramientas que no he encontrado en ningún otro lado.
A estas alturas debes estar pensando que he perdido el norte, o que estoy de atar, pero aunque no lo creas, estoy hablando de un programa.
Emacs es el editor de texto más poderoso que yo haya visto nunca. Ya que, debajo de esa modesta apariencia, Emacs guarda todo un mundo de herramientas de utilidad y valor incalculable que hacen que uno se enamore conforme lo va descubriendo. Además de todas las funcionalidades propias un editor de textos, Emacs incluye un tetris (alt-x tetris) por si te aburres un poco mientras trabajas, y hasta un doctor psiquiatra (alt-x doctor) accesible a la hora que lo necesites.
Y eso es solo el principio, ya que integra muchas mas funcionalidades que ni te imaginas, calculadora, lector de correo, cliente para control de versiones, calendario, más de 1 decena de juegos diversos, herramientas para comparación de archivos, debugger, consola (alt-x shell), etc.
Eso sí, como todo lo que vale la pena en esta vida, tienes que invertirle un poco de tiempo para aprender a dominarlo, pero una vez que lo has hecho todo se resuelve con un CTL o ALT algo.
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